Los hilos del destino capítulo 10

 Feliz sábado.

Os traigo el nuevo capítulo de Los hilos del destino. El 10 y si aun no habéis leído los demás, al final de la entrada tenéis el enlace a los anteriores.

Espero que os guste. Besos.



Capítulo 10

 

Ya hacía un mes que Miriam se había mudado a casa de su tía. La semana anterior había empezado a trabajar en la oficina. Se había tomado una larga baja por lo ocurrido, sin embargo, ella prefería ponerse a trabajar. Mantenerse ocupada y pensar únicamente en el hijo que estaba esperando. Dani la apoyó en todo y se alegraba mucho de la decisión que había tomado. Ahora la veía más animada cada vez que llegaba a casa. Su tía también se sentía mejor. Había vuelto a contratar a Carmen, la cocinera y Charo, la chica que venía a limpiar, ahora hacía más horas para que todo estuviera impecable. Sin embargo, para él hacerse cargo de la empresa le estaba pasando factura. Ya hacía semanas que padecía insomnio.

Eran las seis de la tarde, venía de una comida con los directivos de la empresa. Tenía la cabeza a punto de estallar. Se sentó en el sillón y echó la cabeza hacía atrás. Se quedó mirando al techó, intentando dejar la mente en blanco.

⸺Hola ⸺saludó Miriam. Fue hasta el sofá y se sentó⸺. ¿Cómo ha ido la comida?

⸺Todavía les cuesta aceptar que soy el nuevo presidente y me ponen las cosas muy difíciles.

⸺Supongo que siguen poniéndote a prueba. En cuanto les puedas demostrar lo que vales, les callarás la boca.

⸺Gracias por tu confianza en mí. ⸺Se incorporó y apoyó los codos en las rodillas⸺. Y tu día ¿qué tal?

⸺Todavía me tratan como si fuera de cristal, pero bien.

⸺Mejor eso a que no que te tuvieran consideración.

⸺Sí, pero tantas atenciones me cansan y me agobia.

Dani entendía a Miriam más de lo que ella imaginaba. Le pasó algo parecido cuando de niño perdió a su madre. La cabeza volvió a darle una punzada y se colocó los dedos índice y pulgar en los ojos.

⸺¿Te sientes mal?

⸺Es solo esta migraña que hoy parece no tener fin. ¿Dónde está mi tía?

⸺Salió con Carmen. Han ido juntas a hacer las compras. ⸺Vio como Dani se echaba hacia atrás y cerró los ojos⸺. Te traeré unas pastillas.

⸺No hace falta, puedo ir yo por ellas ⸺dijo haciendo ademán de levantarse, pero Miriam le colocó la mano en el hombro para que permaneciese sentado.

⸺Quédate aquí. Ya vengo.

Dani suspiró y volvió a echarse hacia atrás. No le gustaba causarle molestias a Miriam, pero que lo cuidara un poco le hacía sentirse… bien. Poder verla todos los días, compartir desayunos y cenas, acabaría pasándole factura, estaba seguro. Cuanto más tiempo pasaba con Miriam, más enamorado se sentía. Además, ella estaba pendiente de él. De cuando llegaba, de preguntarle qué tal el día… En dos semanas tendría otra ecografía y ya había reservado el día para ir con ella.

⸺Aquí tienes.

Miriam le entregó la pastilla y un vaso de agua. Esperó a que se lo tomara, después le colocó la mano en la frente haciéndolo sobresaltarse.

⸺Parece que tienes un poco de fiebre.

Miriam regresó al baño, cogió el termómetro del armario y regresó. Dani se sobresforzaba demasiado, pensaba. Estaba pendiente de su tía, de la empresa, del abogado que llevaba el caso de Juanjo, de ella misma y ¿cuándo se cuidaba? Pues si él no lo hacía, ella se había propuesto cuidarle.

Se acercó a Dani que seguía con los ojos cerrados, colocó el aparato en su frente y enseguida saltó el pitido: 38,4º.

⸺¿Lo ves? ⸺le dijo enseñándole el termómetro⸺. Date una ducha y acuéstate en la cama. Si no se te pasa, iremos al médico.

⸺Son unas décimas de nada ⸺trató de restarle importancia.

⸺No son unas décimas de nada. Trabajas demasiado y estás pendiente de todo. Tienes que descansar. ¡Vamos! ¡Levanta!

La voz de mando de Miriam le hizo sonreír a pesar de todo su malestar. Sí, se sentía bien que cuidara de él.

⸺De acuerdo. Lo que usted ordene ⸺contestó levantándose del sillón.

⸺No seas sarcástico. ⸺Miriam le dio una palmada en la espalda como protesta.

Dani fue hasta su habitación con los labios curvados hacia arriba y entonces pensó en Juanjo. ¿Era correcto sentirse así de bien? ¿Pensaría su primo que lo estaba traicionando? ¿Tenía derecho a amar a Miriam?

Todas estas preguntas mermaron su buen humor. Se metió en la ducha y dejó que el agua templada resbalara por su cuerpo. Tiempo, solo necesitaba tiempo.


Próximo capítulo el 17 o 18 de marzo :D


Capítulos anteriores:

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Siguiente:

Capítulo 11


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