Los hilos del destino: Epílogo

 ¡Hola! Llegamos al último capítulo de Los hilos del destino. Espero que hayáis disfrutado de esta historia y que también os guste su final.



Epílogo

Noelia corría de un columpio a otro emocionada como si fuera la primera vez que pisaba un parque. Había aprendido a mecerse sola, aunque su madre no la dejaba acercarse sin compañía adulta por si recibía un golpe del niño que estuviese primero. Era algo que la enrabietaba porque le gustaba hacer las cosas ella sola.

⸺¿No es demasiado independiente para tener cinco años? ⸺le reprochó Dani a Miriam que vigilaban a la pequeña sentados en un banco de madera a la sombra de unas palmeras.

⸺Debe aprender a serlo.

⸺Pero si sigue así cuando tenga doce años querrá independizarse.

⸺Qué exagerado eres ⸺Miriam rio por la ocurrencia de su marido⸺. Lo que quieres es que te necesite siempre para todo.

⸺No hay nada de malo en que necesite a su padre.

⸺Pronto será hermana mayor, cariño. Noelia debe saber qué cosas puede hacer sola y cuáles no. Además, tendremos que dejarla cuidar del bebé para hacerla sentir importante.

⸺¿Cuidar del bebé? ¿Te has vuelto loca?

⸺Me refiero a que le ponga el chupete cuando llore, lo meza o le sostenga el biberón, con nosotros delante por supuesto.

⸺Sí, tienes razón. Tal vez sí exagero un poco. No se qué haría sin ti ⸺contestó Dani acariciando el vientre abultado de Miriam. En tres meses volverían a ser padres.

⸺Eres un padre maravilloso, no dudes de ello. A veces sueltas alguna estupidez, pero se te pasa pronto. ⸺Ahora sí rio a carcajadas. Dani se unió a ella porque el sonido de su risa le parecía el más bonito y contagioso del mundo.

⸺Mamá, papá ⸺gritó Noelia acercándose a ellos.

⸺¿Qué pasa, cielo? ⸺preguntó Dani limpiándole la tierra que untaba sus mejillas.

⸺Hay un niño que no me deja el columpio.

⸺Noelia, ese niño ya estaba ahí, deberás esperar tu turno.

⸺Es que no se cansa ⸺protestó la pequeña.

Miriam miró el reloj y se puso en pie apoyándose en el hombro de su marido.

⸺Mañana volveremos y te columpiarás. Ahora debemos volver a casa. La abuela nos espera para comer.

⸺Jo, no quiero irme ⸺se quejó Noelia dando saltitos frente a sus padres.

Dani la cogió de un repelón y se la subió a los hombros. La niña rio porque al subirla tan rápido le había hecho cosquillas la barriga.

⸺Haz caso a tu madre y vamos a casa.

⸺Pero mañana volvemos y que se venga la abuela.

Dani caminó hacia la salida del parque cogiendo las dos manitas de Noelia para que mantuviera bien el equilibrio. A su lado Miriam se balanceaba de un lado a otro por el peso de la barriga, que era doblemente más grande que cuando estuvo embarazada de su hija. Se sujetó al codo de Dani y se marcharon. Lola los esperaba en casa, los sábados no le apetecía salir porque decía que tenía mucho que hacer en la casa. Aunque Miriam sabía que era para dejarles solos de vez en cuando, ya que vivían juntos. Sin embargo, los domingos ni Dani ni ella se lo permitían y salían a comer todos, como la familia que eran. A veces se les unía los padres de Miriam y otras veces iban los cuatro solos.

Se tocó el vientre deseando ver la carita de su nuevo hijo. Esta vez tendría un niño, uno que sería de Dani y de ella. Aunque él siempre había tratado a Noelia como si fuera suya. Cierto era que llevaba su sangre. No pudo evitar mirar al cielo, su vista traspasó las esporádicas nubes para ver más allá, donde esperaba que Juanjo pudiese verlos.

«Gracias Juanjo por haberte cruzado en mi camino. Gracias por haberme hecho el mejor regalo del mundo, Noelia. Sin ti no hubiera conocido a Dani y no estaría esperando otro hijo. Gracias por haberme amado, siempre guardaré un trocito de mi corazón para ti».


FIN


Capítulos anteriores:

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18



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