Los hilos del destino capítulo 6
Buenas tardes.
Llegamos al capítulo 6 de Los hilos del destino, espero que os esté gustando.
Esa
noche, Dani casi no pudo dormir. Le intrigaba sobremanera lo que Miriam quería
de él. No se le ocurría ningún motivo por más que se exprimiera los sesos. Aunque
tal vez… tal vez… deseaba que la ayudara a recoger sus cosas para llevárselas.
Sí, posiblemente fuese eso porque ¿quién, además de él, podría ayudarla con
algo así?
Quince
minutos antes de la hora acordada, Dani llegaba a la plaza donde había quedado
con Miriam. Miró a su alrededor y no la vio. ¿Por qué había llegado tan pronto?
Era obvio, estaba impaciente por verla de nuevo. «No», gritó su mente. «No pienses
así, estás impaciente por ayudarla. En ausencia de Juanjo tú debes ocuparte de
todo».
No
había pasado ni un minuto cuando vio aparecer a Miriam. Llevaba un pantalón
vaquero de corte alto y perneras anchas. Unas zapatillas de suela gruesa y una
blusa estampada. Un pequeño bolso de piel marrón colgaba de su hombro. El pelo
lo llevaba recogido en una cola de caballo y no llevaba maquillaje.
⸺Llegaste
pronto ⸺le dijo Miriam acercándose a él para darle dos besos en la cara.
⸺Tú
también.
⸺Hace
rato que estoy aquí, estaba en la cafetería porque llegué demasiado pronto.
Vaya,
así que ella parecía más impaciente que él, pensó Dani. El motivo no podía ser recoger
sus cosas. Estaba deseando preguntar, pero se contuvo. Esperaría que ella
sacara el tema.
⸺Te
veo bien, dentro de lo que cabe, claro ⸺soltó Dani.
⸺Supongo
que hay que seguir adelante, aunque duela. ¿Cómo está tu tía?
⸺Con
el tema del traspaso de acciones y la empresa se mantiene ocupada. Aunque creo
que se siente muy sola. Se había hecho a la idea de ampliar la familia.
⸺Te
estarás quedando con ella ¿verdad?
⸺Sí.
⸺No
la dejes sola. Y… ¿estás bien? Creo que no has tenido tiempo ni de pensar en tu
propio dolor. Tu tía y yo hemos sido unas egoístas.
⸺Alguien
debía hacerse cargo y vosotras no estabais muy enteras.
⸺El
dolor también se lleva por dentro. ⸺Miriam alzó su mano y acarició el pecho de
Dani donde estaba alojado su corazón.
Dani
quiso dar un paso hacia atrás, pero aguantó la caricia de Miriam. Seguramente
si se apartara ella creería que el motivo es todo lo contrario al que realmente
es.
Miriam
notó la respiración agitada de Dani y dio un suspiro antes de apartar la mano.
Sabía que sufría y mucho. ¿Cómo se tomaría lo que iba a pedirle?
⸺Caminemos
⸺sugirió ella marcando tanto el paso como la dirección⸺. Te he pedido que
vinieras porque…
Los
ojos se le llenaron de lágrimas. Sacó un pañuelo del bolso y se las secó antes
de que cayeran por sus mejillas.
⸺Te
ayudaré en lo que sea que me pidas ⸺se ofreció Dani sin tener la menor idea. No
le importaba. Pidiera lo que pidiera estaba decidido a decirle que sí.
⸺Necesito
hacerme una prueba de embarazo.
⸺¿Qué?
⸺A Dani se le paralizaron los pies y Miriam tuvo que detenerse.
⸺Tu
primo yo empezamos a buscar un bebé unas semanas antes de la boda. Ya pasamos
los treinta y queríamos ser padres. Tengo un retraso y no sé si es por el
estrés y la angustia de la pérdida o porque esté embarazada. Dani ⸺le tomó las
manos⸺, no sé qué voy a hacer. Por un lado deseo con todas mis fuerzas estar embarazada,
que Juanjo me haya dejado este regalo, pero por el otro, me da mucho miedo criarlo
yo sola.
⸺No
estarás sola, tus padres, mi tía y yo estaremos contigo.
Dani
no supo ni cómo le salieron aquellas palabras. Se sentía en shock. Embarazada, Miriam
podría estar embarazada, gritaba su mente.
⸺¿Y
si no lo estoy? Creo que el golpe será demasiado duro. Siento que sería como
perder a Juanjo otra vez.
⸺Si
no lo estás también estaré a tu lado. Estaré contigo todo el tiempo que
necesites. Intenta estar tranquila. ⸺Dani presionó sus manos, que todavía
tenían agarradas. Las sintió frías, muy frías para la época en la que estaban.
Siguieron
caminando tomados de la mano. Dani sentía que si la soltaba podría perder el
equilibrio. Anduvieron diez minutos hasta llegar a la farmacia más próxima.
Ella se soltó de su mano para entrar y él lo hizo detrás de ella. Una vez
salieron con la prueba en su bolso Miriam se mordió el labio indecisa.
⸺¿Quieres
que vayamos a casa de mi tía? ⸺preguntó él adivinando sus pensamientos.
⸺No.
Hará preguntas de por qué he ido y no estoy preparada para hablar de esto. Al manos
hasta saber el resultado.
⸺¿Se
lo has dicho a tus padres?
⸺No.
⸺¿Y
a tus amigas?
⸺Tampoco.
Ya te dije que tenías que ser tú. Si Juanjo estuviera aquí, me habría acompañado
él. Estoy segura que allá donde esté está feliz de que estés aquí conmigo.
⸺Lo
conocías bien. Sí, tienes razón porque yo también habría pensado así. Entonces,
¿quieres ir a mi casa?
⸺Vale.
Próximo capítulo el 17 de febrero.
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